A veces cuando estamos todos juntos con el resto de perros, Hiro se desplaza unos cuantos metros de donde estamos y se tumba en el suelo, cierra los ojos y de forma tranquila y pausada le vemos como aspira los diferentes olores que le acerca el viento, nosotros siempre decimos que se pone en plan Zen, como meditando... jejeje, pero ignora todo lo que tiene alrededor, ni juega cuando viene Sayuri a provocarle, ni hace caso de nuestra llamada para que se reuna al resto de la "manada", hasta que finalmente nos tenemos que ir o seguir nuestro camino y le estiramos de la correa para que vean, entonces gira levemente la cabeza y nos mira medio de reojo, sin llegar a estar molesta pero con inequívoca expresión de resignación. Es gracioso verlo, tanto como guapo que es.
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